28.11.2012
En el Perú, en los últimos años, se ha
visto un crecimiento elevado
en la
comercialización de vehículos nuevos , se incrementó en 27% entre enero y octubre
de 2011, al sumar 121.736 unidades
vendidas,
respecto a las 95.649 vendidas en el mismo período del 2010. El crecimiento ha sido
posible por el incremento de los ingresos, especialmente del segmento C y D, que ya puede
acceder a la compra de autos nuevos, gracias a las facilidades de acceso a
créditos vehiculares y a la mayor oferta de autos que tienen precios desde
US$8.000[1]. Para
el 2013 si el PBI del país crece más del 5%, se mantiene la estabilidad
jurídica - política y disminuyen los conflictos sociales, el parque automotor seguirá
en aumento, según opinión de los especialistas en materia económica.
Frente
a ello, en una ciudad con escasas vías de tránsito fluido, el congestionamiento
vial en muchas calles y avenidas de Lima es cada vez mayor y crítico. Por esta
razón, las autoridades de la Municipalidad de Lima han elaborado planes para la
construcción y/o ampliación de avenidas, de puentes peatonales y vehiculares
con el fin de aliviar y descongestionar las vías de mayor tránsito vehicular y
peatonal.
Entre las obras realizadas, se tiene la construcción del by pass de
Villa El Salvador y Puente Piedra, el mejoramiento de la Vía Expresa de la Av.
Grau, la carretera hacia Manchay, el viaducto y la nueva Av. Manco Cápac, las
nuevas avenidas Canadá, Arenales
y la Av. Lima, en Villa María del Triunfo, entre otras.
Surge entonces un proyecto posible y a la vez muy controversial: el
bypass Venezuela-Universitaria y el anillo vial, la nueva vía que se
encuentra ubicada en la zona que colinda con la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos (UNMSM)y está valuado
en 45 millones de soles. El bypass ya
fue construido, pero lo que viene generando polémica es la paralización de la construcción del anillo vial desde el 2007.
En
marzo del 2007, las autoridades de la Municipalidad de Lima y el concejo
universitario de la UNMSM firmaron un convenio para la creación de este bypass
y el mejoramiento de las vías Universitaria y Venezuela. En este convenio, la
UNMSM se comprometía a ceder parte de su terreno para la ejecución de este
proyecto, es decir, un área que permita construir un “anillo vial” en la
mencionada intersección y ampliar los carriles en ambas avenidas. Por otro lado,
la municipalidad se comprometía a construir los cercos, ingresos, plazuela y
vías internas de la ciudad universitaria. Además, la UNMSM obtendría beneficios
adicionales por parte de la municipalidad provincial con inversiones de
alrededor de 10 millones[2] de soles en obras al
interior de esta casa de estudios.
Sin embargo, en el año 2008 los alumnos de esta casa de estudios
realizaron protestas en contra de esta obra, pero fue la movilización del 8 de
mayo de ese año la que cobró mayor fuerza y tuvo un carácter violento donde los
universitarios se enfrentaron a las fuerzas policiales, apedreándolos e
incendiado sus vehículos. Las fuerzas policiales detuvieron a una veintena de estudiantes y los llevaron
a Seguridad del Estado para la
investigación respectiva y evaluar su puesta en libertad. Esta movilización
también generó externalidades, tanto para los alumnos (perdiendo horas de
clase), como para el público transeúnte (perdiendo horas de trabajo). La
consecuencia de esta movilización junto con el informe del Colegio de
Ingenieros sobre la inviabilidad técnica del proyecto llevó a la paralización
de la obra.
Este
conflicto se dio porque existió una
asimetría de información entre las
autoridades académicas y los estudiantes universitarios al no dar
la debida y oportuna información del
convenio a la comunidad universitaria.
Entonces,
por un lado, se tiene el incumplimiento de un contrato por parte de las
autoridades de la UNMSM al retractarse frente a la ejecución de la obra que
culminaría en un plazo de 12 meses. Este incumplimiento generó mayores costos a
la empresa encargada de este proyecto (Empresa Municipal Administradora del
Peaje de Lima EMAPE S.A) repercutiendo en los insumos de capital y trabajo. El
paralizar la obra trajo consigo consecuencias socio-económicas para el personal
operativo (ingenieros y obreros) generándose desempleo intempestivo.
Y por
otro lado, aparentemente se estaba violando el derecho de propiedad de la
UNMSM, -al derribar el cerco que da a las mencionadas avenidas-, lo cual es
incorrecto ya que se contaba con un acta de compromiso con el entonces rector
Luis Izquierdo, cediendo aproximadamente 28 mil m2 de terreno para
la realización de la obra.
Externalidades,
si bien es cierto la creación del bypass no genera problema en los alumnos, el
controvertido “anillo vial” sí porque quitaría gran parte de terreno. El costo
para ellos es ver reducido su espacio universitario y en algunos casos la
molestia por el ruido de los vehículos perturbaría el desarrollo armónico de
las clases en las aulas cercanas.
En
la presentación inicial del proyecto[3], se mostró todas las
bondades del mismo sin evaluar lo antes mencionado perjudicando a las
facultades de Ingeniería Industrial, Ciencias Físicas, Ciencias Matemáticas,
Química, Ingeniería Química e Ingeniería Geológica. Los estudiantes de esta
universidad tienen el derecho de estudiar en un ambiente adecuado.
Además,
habría un costo social e histórico por
la destrucción de una parte de la zona arqueológica Huaca San Marcos al
ampliar la Av. Venezuela. Esta huaca tiene una construcción de tierra que al
ser afectada causaría su erosión y destrucción paulatina. Al ser Patrimonio
Cultural de la Nación la huaca tiene intangibilidad que se debe respetar. Su
destrucción es un delito penada por ley y se agrava más si las autoridades lo
permiten.
Entonces surgen dos situaciones:
1. Continuar
la ejecución del proyecto original.
Implicaría
un mayor costo económico y social por la construcción del anillo vial, además
del presupuesto original, se tendría que agregar gastos adicionales por hacer
el nuevo proceso (convocar a licitaciones) y se agudizaría el conflicto social
de la comunidad universitaria.
2. Paralizar
la construcción del anillo vial.
En
términos económicos, sería menos costoso realizar sólo las ampliaciones de las
dos avenidas: Universitaria a 3 carriles y Venezuela a 2 carriles, colocando un
sistema de semáforos inteligentes y con una eficiente señalización en las vías.
No habría conflicto social en la universidad, por el contrario, esto
beneficiaría a más de 2 millones de personas, incluyendo también a los alumnos.
Esta
obra no sólo modernizará esta parte de la ciudad, sino permitirá aliviar el congestionamiento
vehicular, porque en las llamadas “horas punta” en esta intersección se forma
un gran cuello de botella ocasionando pérdidas de tiempo, generando stress en
los pasajeros, produciendo accidentes entre vehículos y accidentes
vehículo-peatón.
[1]
Fuente: ARAPER. El Comercio. 27 de Noviembre del 2011.
[2]
Fuente: La República. 31 de Marzo del 2009.
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