Una vez una amiga me dijo si lo sigues pensando nunca lo harás, me lo dijo a principios del 2013. Era invierno, andaba sola, pensaba muchas cosas y esa frase habrá resonado en mi cabeza cerca de unos cuantos días. Hasta que lo hice, me decidí a hacer algo en lo que andaba indecisa. Me funcionó perfectamente la frase, no lo pensé, no me arrepentí y soy la persona más feliz, no sé si del mundo pero sí de mi mundo.
Y hoy, me encuentro en otra disyuntiva, a lo mejor una igual de grande que la otra vez, tengo demasiadas cosas en la cabeza, demasiados pro y contras que no permiten ver la luz del túnel al final de mi camino. Creo que ha llegado el momento de aplicar de nuevo la frase, dejar de pensar, dejar que las cosas sigan su curso y luego ver cuál será el fin...
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